Las personas que son víctimas de trata de personas:

Están sujetas a amenazas de violencia.

Tienen poca o nula interacción social.

Muestran signos de que sus movimientos son controlados por otras personas.

Muestran miedo o ansiedad.

Trabajan horas excesivamente largas durante periodos largos.

Viven en lugares inadecuados o insalubres.

Sufren lesiones físicas.

En ocasiones duermen en el mismo espacio donde trabajan.

No tienen acceso a atención médica.

Son obligados o consumir drogas o alcohol.

Tienen contacto limitado o nulo con sus familias.